Hasta 300.000 euros por no respetar el silencio en el verano
Ruidos por el aire acondicionado, fiestas en casas particulares, terrazas de bares y restaurantes… no respetar los niveles máximos pueden acarrear sanciones importantes.
Llegan las vacaciones y con ellas aumentan los planes de ocio, pero también lo hacen los ruidos que en muchas ocasiones generan problemas constantes en las comunidades de vecinos. Las terrazas de los bares, las discotecas o las fiestas en un domicilio son tres de las principales causas que perturban a aquellos que quieren descansar.
Al contrario de lo que es creencia popular, en España existen diferentes normativas, tanto a nivel municipal, como nacional y europeo, que regulan la gestión del ruido ambiental. Serán las ordenanzas municipales las que establecen los niveles máximos de ruido permitido, es decir, cada ayuntamiento fijará los límites de ruido, y que dependerán de la zona en la que nos encontremos.
Las franjas horarias también son importantes
La nocturna, la más restrictiva habitualmente en tema de ruidos (el periodo diurno suele ser el comprendido entre las 08:00 y las 22:00 horas, y el periodo nocturno el comprendido entre las 22:00—08:00 horas.
En Madrid incluso los horarios varían según el tipo de actividad: efectuar mudanzas, desplazamiento de muebles, traslado de enseres, realización de obras en el interior de las viviendas o locales, etcétera.
¿Cuáles son las sanciones por el ruido?
Es preciso aclarar los tipos de sanciones que hay respecto al tema del ruido, y que la ley recoge las sanciones por ruido en función de su gravedad: Leves, graves y muy graves. Las sanciones por infracciones leves pueden llegar a los 600 euros. Las infracciones graves, como por ejemplo «la superación de los valores límite que sean aplicables, cuando no se haya producido un daño o deterioro grave para el medio ambiente ni se haya puesto en peligro grave la seguridad o la salud de las personas» acarrean una multa que podrá estar entre los 601 y los 12.000 euros.
Las infracciones muy graves, como superar la contaminación acústica por encima de los valores establecidos, conllevaría a sanciones de hasta 300.000 euros.
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