Vivir de alquiler en un país de propietarios
MADRID, 12 Jul. (EDIZIONES) –
El % de la población española es propietaria de una casa, un porcentaje al de países de nuestro entorno como Francia o Alemania, en donde el alquiler es mucho más frecuente. No siempre fue así, en 1950 la mitad de la población eran inquilinos y, aunque tímidamente, en la última década la tendencia ha favorecido el alquiler: se ha pasado de un 10% de inquilinos a un 20%. No obstante, la subida del precio de los alquileres en algunas partes de España puede acabar con esto.»No pensamos en un principio comprar, aunque en algún momento se nos ha pasado por la cabeza», señala Jorge, responsable de la web Yovivi, una plataforma colaborativa donde los inquilinos valoran su experiencia en las casas por las que hayan pasado y defensor del alquiler frente a la compra de vivienda.Jorge ha vivido de alquiler siempre en la misma ciudad, ahora en la zona norte de Madrid con su pareja, en un piso de dos dormitorios con garaje, trastero, piscina comunitaria y gimnasio. Vivir en la zona y el piso que quieren, vale de momento, 1.050 euros: «Nos hemos puesto un límite de 1.000 euros y superarlo empieza a ser preocupante desde hace año y medio».En esta última vivienda llevan ya dos años y saben que les queda uno para mudarse: «El propietario lo va a poner a 1.300 o 1.400 euros que es el precio medio de este piso». El precio del alquiler ha aumentado, de media, un 50 por ciento en la última década, según datos del INE.
Se empieza a ver el aumento del precio el alquiler y sube porque es la forma de acceso a una vivienda, según explica Raquel Rodrigo Alonso, profesora del Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Escuela Oficial de Arquitectos de Madrid.España eligió a partir de los años 70 y 80 el modelo de propiedad a diferencia de otros países europeos como Francia, Inglaterra y Alemania. Esa diferencia venía dada por dos factores: «hacer de cada español un propietario y la falta de liquidez del Estado Español. Lo fácil era poner ayudas sobre la mesa y dejar en manos de la iniciativa privada la construcción de viviendas al tiempo que se activaba la economía».»Resultaba más barato comprar que alquilar», argumenta la profesora, que asegura que «la gente no tiene un gen extraño» que le lleva a comprar casa y justifica el porcentaje de propietarios que hay en España en las medidas de fomento para la compra de la vivienda que se aplicaron hasta hace unos años, como las desgravaciones fiscales para los propietarios o las ayudas durante la compra.La crisis económica ha traído un nuevo cambio de mentalidad. La gente tiene miedo a perder el trabajo y los bancos hace años que endurecieron las condiciones para acceder a una hipoteca. Y a todo esto hay que añadir que desde hace unos años los gobiernos en España han abandonado el modelo de propiedad, asegura Raquel Rodrigo.Estas condiciones favorecen, en principio, el alquiler, pero los inquilinos se quejan de que, mientras el precio de los alquileres aumenta, sigue habiendo «una disfuncionalidad fuerte» en las ayudas al alquiler: que las concedan sigue dependiendo de la renta y de la edad. Jorge con 37 años no comparte la edad para poder recibir esas ayudas. A partir de los 35 no se conceden y la emancipación de los jóvenes es cada vez más tardía. «Hay mucha gente que supera esa edad y no tiene ayudas al alquiler», lamenta.
Las comunidades más caras para vivir de alquiler siguen siendo Madrid, Cataluña y Baleares con un precio medio que supera los 1.400 euros, y que en el caso de Baleares alcanza los 1.500 euros. Extremadura (333 euros) sigue siendo la comunidad más barata para vivir en alquiler junto con Castilla y León (396 euros), Castilla-La Mancha (401) y Murcia (462).
«Al precio que está el metro cuadrado comprar en la zona es inviable y por circunstancias personales tenemos que vivir en Argüelles», explican Juan y Ana, una pareja que han vivido el modelo de propiedad imperante en España en las últimas décadas y el ‘terremoto’ del alquiler de los últimos años.Empezaron viviendo de alquiler en 1998 –«entonces era asequible»– y dos años después, en 2000,compraron sobre plano una vivienda que les entregaron al año. Ellos fueron propietarios y desde la crisis vuelven a ser inquilinos: «Tuvimos que vender para hacer frente a las deudas del negocio y quitarnos la hipoteca». Vendieron en 2008 y desde entonces el alquiler es la única opción.
«Tuvimos que vender para hacer frente a las deudas del negocio y quitarnos la hipoteca»
- Pagan por un piso de dos dormitorios en Argüelles 900 euros de alquiler: «Está muy bien de precio, incluye la calefacción. Ahora mismo está más barato que el precio medio de la zona». Cuando Ana habla de los precios lo hace desde el conocimiento. Es agente inmobiliario desde hace tres años y su experiencia le dice que hay mucha gente que como no puede acceder a la vivienda en compra, vive de alquiler.»Ha habido un cambio de tendencia en España, en España la gente siempre quería tener la vivienda en propiedad, y de unos años a esta parte sí que se ha notado la tendencia de que la gente vive de alquiler. Ya no solamente situaciones como gente que cambia de ciudad por trabajo, estudiantes, sino familias que viven en esas ciudades y que prefieren vivir de alquiler por no poder acceder a viviendas que reúnan las características que realmente ellos necesitan», explica.Juan y Ana no saben qué harán el próximo año. Les queda un año de contrato. Lo único seguro es que seguirán alquilados porque sin acceso a hipotecas y con 46 años, comprar una vivienda les resulta inaccesible. Como Jorge, ellos tampoco pueden acceder a ayudas al alquiler.Para Jorge, que trabaja de creativo en una conocida empresa, no es una cuestión de que el banco le conceda una hipoteca. Su elección tiene más que ver con su mentalidad y la de su pareja, Teresa. «No vamos a comprar, preferiría comprar una segunda vivienda como muchos europeos. Una en la playa. Muchos viven alquilados hasta que se jubilan».
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